Para el correcto almacenamiento intermedio de los residuos peligrosos de la empresa, es muy recomendable consultar a una empresa autorizada con la gestión de identificación de residuos no peligrosos. Pero antes de que los gestores de residuos competentes sean responsables de esto, debes aprender a identificar los residuos peligrosos, así como la manera de almacenarlos.
¿Cómo eliminar los residuos peligrosos?
Los residuos clasificados como peligrosos deben cumplir con determinadas obligaciones legales en materia de fabricación, almacenamiento y transporte para poder tratarse y eliminarse de forma segura. Además, de contar con la gestión de identificación de residuos no peligrosos.
La correcta administración de los residuos poco seguros, es fundamental para evitar problemas a las empresas que los generan. Por su parte, los residuos que no representen mayores riesgos, serían aquellos que no levanten alarmas en cuanto a las características de su peligrosidad se refiere. Y que, por lo tanto, no puedan provocar graves daños a la salud o al medio ambiente.
¿Qué es la gestión de identificación de residuos no peligrosos?
Todos los envíos de residuos dentro de España deberán presentar la gestión de identificación de residuos no peligrosos en el transporte de residuos desde el origen hasta la instalación de entrega. Además, de aprobación de la documentación para el transporte y disposición de residuos. Así como, los documentos de identificación completos consignados por el operador y aceptación de residuos por parte del cesionario.
Por su parte, los operadores deberán enviar inmediatamente una copia al fabricante o propietario cuando no estén empleados. Así como, completar y almacenar los documentos de identidad de manera oportuna.
Además, una persona física o jurídica ya sea fabricante, operador, transportista, distribuidor o agencia que intervenga en el proceso de transferencia, deberá incluir en su cronología los datos de su documento de identidad. Las fotocopias del documento de identidad firmadas por el comprador, deberán conservarse durante al menos tres años para la recepción y control de residuos.
Sanciones por gestión de residuos
Las acciones u omisiones en contravención de la ley son infracciones administrativas, pero no afectan a las decisiones sobre el desarrollo de la Comunidad Autónoma. Estas infracciones se clasifican en muy graves, graves y leves. Determinándose así, de la siguiente manera:
Muy peligrosas
Involucra aquellas actividades no autorizadas, interrumpidas o suspendidas. Así como incumplimientos del deber, que den como resultado lesiones peligrosas, graves o daños o perjuicios graves para la salud humana. Básicamente, es cuando el ambiente o actividad se desarrolla en un área protegida. Siendo también extremadamente peligroso dejar, vaciar o tirar otros tipos de residuos sin control.
Grave
Esto involucra el hecho de emprender acciones legales sin la comunicación o autorización requerida. También se considera peligroso el desecho, tratamiento o eliminación no controlada de residuos sin causar daños graves al medio ambiente o a la salud humana.
Menor
Las sanciones menores se producen por el retraso en la presentación de los documentos necesarios al ministerio como en la gestión de identificación de residuos no peligrosos.
Es habitual que la empresa productora contrate a un gestor autorizado para la recogida y posterior tratamiento de los residuos. Para poder realizar esto de acuerdo a la ley, es necesario establecer un Contrato de tratamiento.
¿Cómo se determina si un residuo es o no peligroso?
En el caso de que un residuo esté codificado en la LER como residuo peligroso y como no peligroso, deberá hacerse su respectiva determinación. Para esto, se comprobará su composición la cual determinará si posee o no elementos peligrosos, contemplados en el reglamento 1357/2014, de 18 de diciembre.
En caso de que resulten desconocidos los compuestos del residuo, se determinará su toxicidad de acuerdo a los métodos de ensayo pautados. Estos se encuentran contemplados en el Reglamento (CE) nº 440/2008 del Consejo.
Es así que, generalmente se tomará en cuenta la descripción presente en la lista europea de residuos, para determinar si un residuo puede resultar o no, peligroso.
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