Los restos de obras y reformas se producen inevitablemente cuando modificas una parte de tu hogar. Normalmente estos desechos consisten en piedras, hormigón, pinturas, lámparas y plásticos. Como se trata de restos de tamaño considerable, deben eliminarse correctamente para no contaminar. Hoy, te explicamos con detalle lo que puedes hacer con ellos.
¿Qué se puede hacer con los restos de obras y reformas de un hogar?
Así como los residuos generados en el hogar se clasifican para su posterior reciclaje, sucede lo mismo con los restos de obra. Sin embargo, este proceso puede requerir más tiempo y trabajo debido al volumen y espacio que ocupan.
De tal manera, es recomendable eliminar los escombros de forma progresiva. Es decir, a medida que se van generando. Así se pueden evitar accidentes durante la construcción. Además, resulta más sencillo separar cada material.
Por lo general, existen algunos restos de obras y reformas que se pueden desechar en los respectivos contenedores para tal fin. Sin embargo, en aquellos casos de residuos que puedan poner en riesgo la salud, lo más recomendable es contratar a profesionales en el área que puedan darle el tratamiento adecuado, y los transporten a un lugar ideal para su desecho.
¿Qué es un punto limpio?
Un punto limpio es una instalación donde se recogen y almacenan cierto tipo de residuos. Estos, son espacios distintos de los puntos de reciclaje urbano porque reciben desechos diferentes. Además, los puntos limpios están destinados para escombros, así como para restos de gran tamaño y peligrosidad. Por esta razón no pueden estar con la basura común ni en los contenedores de la calle.
Una vez que la obra ha finalizado se eliminan los residuos más grandes en primer lugar, por ejemplo, las piedras y el hormigón. Luego se procede a retirar los restos de ladrillo y cerámicas, para finalizar con el polvo que queda en el suelo, techo y paredes. Todos estos restos de obras y reformas, deben ir respectivamente hacia un punto limpio para su desecho seguro.
Clasificación de los restos de obras y reformas
Cada país cuenta con una legislación especial para la clasificación y manejo de los restos de obras y reformas. Pero en términos generales, podemos decir que este tipo de desechos se clasifican en peligrosos y no peligrosos, encontrándose distribuidos de la siguiente manera:
Restos no peligrosos
Este tipo de desechos no representan una amenaza para el medio ambiente ni para las personas o animales. En otras palabras, su tamaño y naturaleza química son inofensivas y en su mayoría pueden reciclarse. Se consideran restos no peligrosos los siguientes materiales:
Madera
La madera es un recurso renovable y se puede reciclar una vez que se somete a ciertos procesos. Normalmente la madera desechada se tritura y se convierte en un aglomerado, que más adelante forma parte de muebles y otras estructuras.
Muebles antiguos
Los muebles se pueden reutilizar directamente siempre y cuando estén en buen estado. También existen organizaciones que se encargan de retirarlos del hogar, y llevarlos a sitios donde pueden ser aprovechados.
De hecho, existen tiendas que se encargan de comprar muebles antiguos para restaurar y venderlos una vez que se mejoran. Si lo piensas bien, esta es una forma sencilla por la que puedes obtener dinero por algo que vas a desechar.
Vidrios
Ya sea fragmentos de vidrio o ventanales completos, este material se recicla en ambas formas. Lo único que debes hacer es colocarlo en el contenedor verde de cualquier punto de reciclaje.
Chatarra metálica
No todos los metales se pueden reciclar, especialmente porque algunos requieren un proceso más costoso que otros. Generalmente, la chatarra metálica reciclable contiene latón, plomo, cobre, hierro, estaño y aluminio. Por esto solo los siguientes objetos se pueden reciclar:
- Grifos y casquillos.
- Cableado eléctrico.
- Material de fontanería.
- Tubos de gas y transformadores.
- Puertas y ventanas
- Marcos de ventanas y soldaduras.
Cabe destacar que, estos materiales no se pueden desechar en los contenedores de reciclaje comunes. En caso de que tengas que desecharlos, deberán trasladarse hacia un punto limpio.
Residuos peligrosos
Por su parte, los residuos peligrosos reciben este nombre porque poseen sustancias tóxicas y contaminantes. También reciben este nombre porque al estar a la intemperie desprenden elementos químicos muy peligrosos para la salud. Se consideran restos de obras y reformas peligrosos los siguientes materiales:
Pinturas y aceites
Estos no deben tirarse en las tuberías domésticas o industriales. Tampoco pueden permanecer mucho tiempo destapadas al aire libre, sobre todo si contienen plomo.
Artículos eléctricos y electrónicos
Por lo general, estos artículos contienen materiales peligrosos y altamente tóxicos. Así que la forma adecuada de tratarlos es separando sus componentes, depositando en un punto limpio los desechos más dañinos.
Tubos y lámparas fluorescentes
La mayoría de tubos y lámparas fluorescentes contienen mercurio y metales tóxicos. Ante esto, resulta prudente contratar a profesionales que te puedan asesorar y orientar respecto al desecho de los mismos.
Plásticos y PVC
Este tipo de material desprende sustancias potencialmente cancerígenas al someterse al calor natural o industrial. Por lo tanto, se depositan en el contenedor amarillo y luego las empresas recicladoras se encargan de tratarlo.
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